top of page

Poesía | La Triste Historia de Apolo y Dafne

Huiste de mí entre los bosques.

Tan solo quería hablarte de mi vida,

de todas esas historias que nadie escucha

y sin embargo a ti te gustaban,

y lo mejor de todo es que te hacían reír.

Vienen a mi memoria aquellas tardes

en las que hablábamos bajo los laureles,

donde parecía que tu pelo olía a tomillo

y tu cariño al aroma que deja la lluvia

en la tierra húmeda del campo.

Pero una mañana paseando contigo,

sin saber por qué, te marchaste.

Corrías rápido esquivando las ramas de los árboles

que se cruzaban en tu huida.

Sin apenas pensar, seguí tus pasos,

torpemente corría, resbalando con el musgo,

hasta tropezar con una piedra.

Ahí me quedé, tendido en el suelo,

viendo tus piernas ya apresadas en el barro.

Gritabas mientras tus manos suaves

se volvían tan ásperas como las ramas

y aquellos dedos tan finitos y delicados

se convertían en hojas,

mientras tu rostro puro

pasaba a ser un tronco retorcido.

Llegué a ti despacio,

me senté sobre tus raíces

y te dije llorando

que si ser un árbol era tu deseo,

me convertiría en mirlo

para juguetear entre tus ramas;

Que como dijo un poeta:

"Donde hay amor, no manda enamorado."

Derechos de Holden Centeno.

Extracto de "La Chica de los Planetas".

Mis aplausos al poeta.

Featured Review
Tag Cloud

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

Join our mailing list

Never miss an update

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Google+ Icon
bottom of page